La verdad que estoy empezando a llevar esta separación con desánimo!!!
Todos los días me levanto y no se qué hacer. Por las noches también me agarra. Quisiera poder visitar y ser visitado pero mis amigos y amigas pareciera que ya no están dispuestos. El único que me acompaña es mi Señor Jesus. Él es incondicional aunque necesito muchísimo del prójimo.
Encima me he metido en una peliaguda batalla: Relacionarme con personas comunes y ya no más con tantos enfermos.
De repente decidí darme un baño de inmersión y al salir me sentí mucho mejor.
Me estoy empezando a dar cuenta que deberé guardar un debido duelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario