No es una historia sobre la Guerra que se estaría por armar. Es una historia entre la guerra de fuerzas en mi mundo personal.
20 de Abril de 2017, 16 hs. Me encuentro en mi sesión de terapia y me veo en la obligación de contarle a mi psiquiatra que tengo en miras vender mi departamento para hacer ciertos negocios de los que no les doy mucho detalle más que el hecho de que quiero comprar un Jeep Wrangler y pagar algunas deudas. El psiquiatra enfáticamente larga un extenso discurso previniéndome de un arranque maníaco que me estaría por hacer tener una gran pérdida patrimonial y psicológica.
Vuelvo a casa, le cuento a Ely y ella se tranquiliza.
Salgo de nuevo a hacer unos trámites y mientras conduzco me entra un mensaje como a eso de las 19 hs. Paro el auto y lo leo; es una persona que ha leído el sencillísimo aviso que publiqué ofreciendo mi departamento la semana pasada. Entro en un estado de confusión extrema. Hago mi trámite y voy a visitarlo a Ezequiel. Le cuento someramente lo que me está pasando y le leo las dos bitácoras anteriores. El me dice: "Están buenas, pero si te arrepentís de vender el departamento?" Lo dejo, me vuelvo a casa. Le cuento todo a Ely y le pregunto; Tengo libertad?
-Si me responde ella, tenes toda la libertad del mundo, por más que yo piense como Muscellini. Qué te dicta tu corazón?
-Quiero vender!
-Pues entonces vende.
Luego me habla de lo que ella viene investigando en uno de los libros de Faustino sobre la magia. Me alienta.
Hablamos un poco de cómo distribuiría el dinero que cobraría. Nos acostamos muy tarde.
20 de Abril.
Me levanto medio bajoneado por todas las tareas que tengo que hacer en la mañana. Demoro y demoro y recién a las 11:30 hs. me dispongo salir a la calle por mis trámites. Hago tres trámites de cinco, otro lo resuelvo vía mail y el otro por teléfono. A la 1:00 he terminado todo.
Me pongo a ver como podría invertir el dinero del departamento y cobro confianza. El miércoles que viene me le plantaré a mi psiquiatra defendiendo mi derecho de propiedad y de disposición. Me lleno de confianza y empiezo a realizar oraciones para que el negocio se me de pronto.
Llega Ely cansada de su trabajo, almorzamos y se va a dormir la siesta. Sigo planificando el negocio. A la tarde por fin después de despertarse se dispone a hablar conmigo. Le gusta la manera como he pensado invertir mi capital. Celebramos un acuerdo, llegamos al equilibrio.
A la noche siento que el acuerdo se celebra con el asado al que me ha invitado mi amigo Pablo.
21 de Abril 1:47 am
Recuerdo la frase del día de ayer en la pagina
www.viviragradecidos.org :
www.viviragradecidos.org :
La paciencia y el tiempo logran más que la fuerza y la
violencia.
Jean de La Fontaine
No hay comentarios:
Publicar un comentario