Anoche después de mucho tiempo tuve un éxtasis místico y la verdad que encontrándome en ese estado, todo me parecía fácil.
Por suerte ya entre a Tauro y empecé a poner los pies en la tierra. El día de hoy estuve mucho más realista y me he dado cuenta que mi Jubilación solo me alcanzará para cubrir mis gastos corrientes y para producir un ahorro de alrededor de $ 1.500. Por lo que la gran parte del capital que necesitaré para comprarme una nueva casa deberé hacerlo con el fruto de mi trabajo como Asesor Jurídico, Experto en Coaching y vendedor ocasional. También me ayudarían algunos dineros extras que cobre de esos que cada tanto me ingresan. Pero comprar un nuevo inmueble no va a ser tarea fácil, como no lo es para nadie.
Lo importante es que la otra parte del trabajo que he venido haciendo durante estos últimos meses, es de tipo espiritual, y en éste sentido no solo me conecté con nuestra ineludible finitud, y con la cierta tontería de no seguir un camino con corazón, que nos resulte agradable, entre los muchos caminos tal vez más convenientes, desde lo Patrimonial, pero un tanto aburridos o muy exigentes. Lo otro en lo que he estado trabajando es en el desapego, tanto material, como afectivo. He aprendido que con desapego se ama de manera más pura, tanto la propia vida, como a los demás y a las pocas o muchas cosas materiales que tengamos. Por último mucho antes había trabajado en la idea de que siendo uno inquilino, puede disfrutar su vivienda cual si fuera una verdadera propiedad. Uno se la debe "apropiar" y sentirla como suya, por más que no lo sea y que siempre haya que respetar los derechos del propietario. La cosa es que si llegaran a cumplirse los augurios de los agoreros, y tuviera que alquilar toda mi vida, la verdad más real es que ya estoy preparado para ese desprendimiento y lo puedo asumir con la frente en alto porque en mi presente estaré viviendo todos mis sueños materializados. Esto sería así, si no llegara a producir ganancias con mi trabajo Profesional, lo cual es muy poco probable, pero en una estimación de mínima, si solo debiera vivir con el fruto de mi jubilación, pues estoy listo para alquilar el resto de mi vida (De ahí parto). Seguro Dios me ofrecerá muchísimas oportunidades para cambiar esa realidad, adversa para la mayoría de los Argentinos.
Lo importante es que la otra parte del trabajo que he venido haciendo durante estos últimos meses, es de tipo espiritual, y en éste sentido no solo me conecté con nuestra ineludible finitud, y con la cierta tontería de no seguir un camino con corazón, que nos resulte agradable, entre los muchos caminos tal vez más convenientes, desde lo Patrimonial, pero un tanto aburridos o muy exigentes. Lo otro en lo que he estado trabajando es en el desapego, tanto material, como afectivo. He aprendido que con desapego se ama de manera más pura, tanto la propia vida, como a los demás y a las pocas o muchas cosas materiales que tengamos. Por último mucho antes había trabajado en la idea de que siendo uno inquilino, puede disfrutar su vivienda cual si fuera una verdadera propiedad. Uno se la debe "apropiar" y sentirla como suya, por más que no lo sea y que siempre haya que respetar los derechos del propietario. La cosa es que si llegaran a cumplirse los augurios de los agoreros, y tuviera que alquilar toda mi vida, la verdad más real es que ya estoy preparado para ese desprendimiento y lo puedo asumir con la frente en alto porque en mi presente estaré viviendo todos mis sueños materializados. Esto sería así, si no llegara a producir ganancias con mi trabajo Profesional, lo cual es muy poco probable, pero en una estimación de mínima, si solo debiera vivir con el fruto de mi jubilación, pues estoy listo para alquilar el resto de mi vida (De ahí parto). Seguro Dios me ofrecerá muchísimas oportunidades para cambiar esa realidad, adversa para la mayoría de los Argentinos.
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