Describiendo un sueño
29 de marzo de 2017, día del cumpleaños de mi sobrino Tristán, ese que es tan parecido a mí.
5° día desde mi cumpleaños 47 en nuestro
calendario Gregoriano, mi cumpleaños 66 según el calendario Maya.
Las serpientes se han hecho evidentes, Tristán
y yo somos serpientes para estos Mayas. El sueño de mi perra, La Cachorra,
trayendo en su boca un nido de pájaros, con una yarará adentro me ha
revelado su sentido:
Dicen los estudiosos de los Mayas que las
Serpientes se preguntan: ¿Cómo puedo mejorar lo que hago y materializar lo que
anhelo?
El nido es por un lado éste hermoso Refugio Las
Vueltas en el que estoy viviendo desde Octubre pasado, que le alquilo a mi amigo el Biólogo y Chamán, Faustino, su constructor.
Acá nuevamente me he puesto en contacto con la naturaleza, con la rusticidad, con los sonidos del silencio. Me estoy entrenando para lo que vendrá más adelante y lo que vendrá será propiamente; la materialización de mi sueño.
Mudarme aquí ha venido a ser una gran solución para mi matrimonio, viviendo medio tiempo retirado, cual monje laico, medio tiempo en Pueblo Alberdi, junto a mi esposa, ejerciendo como abocado ejecutivo.
Acá nuevamente me he puesto en contacto con la naturaleza, con la rusticidad, con los sonidos del silencio. Me estoy entrenando para lo que vendrá más adelante y lo que vendrá será propiamente; la materialización de mi sueño.
Mudarme aquí ha venido a ser una gran solución para mi matrimonio, viviendo medio tiempo retirado, cual monje laico, medio tiempo en Pueblo Alberdi, junto a mi esposa, ejerciendo como abocado ejecutivo.
Gracias a esta separación de cuerpos, hemos finalizado con Ely el fuego cruzado de los últimos tiempos de nuestra
convivencia y al recuperar cada uno su propio espacio y sus propios momentos,
ahora cuando nos encontramos, estamos más tranquilos, nos echamos de menos y
nos comunicamos desde un nivel más profundo.
Las rencillas, continúan, sin embargo, aunque ello se debe a nuestros temperamentos y caracteres tan fogosos y sanguíneos. Ambos luchadores natos, por ser ella Sagitario, yo Ariano.
Las rencillas, continúan, sin embargo, aunque ello se debe a nuestros temperamentos y caracteres tan fogosos y sanguíneos. Ambos luchadores natos, por ser ella Sagitario, yo Ariano.
Ese día 29 de marzo, una gran pregunta cruzó
por mi mente: ¿Cómo puedo hacer mejor lo que hago? E inmediatamente vino otra:
¿Por qué legar póstumamente, si puedo donar en vida y ver el resultado de mi
opera prima?
Inmediatamente me surge la respuesta:
Después de tantas muertes de mis seres queridos tan cercanos, he estado por bastante tiempo conectado con esa muerte
y la he tenido como una consejera que me decía:
“Vive ahora lo que debas vivir, como si la parca te fuera a llevar ahora mismo”.
“Vive ahora lo que debas vivir, como si la parca te fuera a llevar ahora mismo”.
Ésta circunstancia me había hecho empezar a trabajar en
ese legado. Comencé cuando me vine al Refugio y durante
mis jornadas de retiro. En Córdoba no puedo hacer esto, dado que allí, casi casi,
no tengo tiempo para detenerme a meditar, ni reflexionar, allí mi rutina es pura organización y ejecución de tareas, así que la elaboración
del legado es para cuando estoy a solas aquí en el Refugio.
Venía viendo que gran
parte de mi legado ya lo tengo armado; mis experiencias contadas a
través de mis muchos relatos, que quedaran en la memoria de los míos, las
huellas escritas que dejaré en mis libros y bitácoras, los consejos que he dado
a mis clientes, familiares y amigos, mis arranques de risa, de embole y de
locura, mis filosofías de vida, mis hábitos, los cuentos de mis campamentos y viajes por Latinoamérica. Las historias divertidas de niño y adolescente en el Bolívar, las cosas familiares. En fin, muchas memorias, asuntos inmateriales y humanísticos.
Pero habiendo concluido la crisis de la mitad de
la vida, este año y después de varios en que la estuve transitando, encontrándome en la etapa más productiva, lo que más me
ha empezado a interesar es qué cosas materiales dejé y a quiénes.
Me había respondido esa primera parte de mi
pregunta cuando me dije: Debo dejar a mis herederos, un inmueble, un buen vehículo,
un poco de valores, elegantes muebles y cuadros heredados de mis ancestros.
Todo eso ya lo tengo y la cosa me hacía sentir satisfecho. Sin embargo, aún no se me había ocurrido quiénes podían ser mis legatarios. De repente, días antes de ese 29 de marzo me surgió en mi mente y definitivamente quienes serían ellos:
Todo eso ya lo tengo y la cosa me hacía sentir satisfecho. Sin embargo, aún no se me había ocurrido quiénes podían ser mis legatarios. De repente, días antes de ese 29 de marzo me surgió en mi mente y definitivamente quienes serían ellos:
Mis tres ahijados formales: Josefina, Constanza
y Dante, y otros cuatro ahijados putativos; Octavio, Tristán, Carlos, y
Verónica. En total resultan 7, número de lo más significativo, de lo más potente.
Excepto Constanza y Dante, los demás son también sobrinos, Dante es un amigo que conocí en mis andanzas por el Centro de Rehabilitación Casa Club y que se hizo mi ahijado, cuando de grande tomó los sacramentos iniciales, Constanza, ahijada de bautismo, es la hijita de un matrimonio muy querido por nosotros, mis compradres; los Canepa.
Excepto Constanza y Dante, los demás son también sobrinos, Dante es un amigo que conocí en mis andanzas por el Centro de Rehabilitación Casa Club y que se hizo mi ahijado, cuando de grande tomó los sacramentos iniciales, Constanza, ahijada de bautismo, es la hijita de un matrimonio muy querido por nosotros, mis compradres; los Canepa.
Cabe destacar que entre mis sobrinos he elegido
un hijo de cada uno de mis hermanos, aquellos con los que tengo más afinidades.
Todos éstos son los jóvenes que se están
posicionando como brazos ejecutores de nuestros diversos proyectos y
emprendimientos, parte de mi sueño es que nos convirtamos en pequeños inversores familiares.
El 29 de marzo, apareció al fin ese sueño:
“Necesito vender mi departamento y con su producido quiero comprar dos terrenos apareados, en Bialet Masse, cerca del terreno de mi esposa, al que le llamamos; María Cruz. Los dos terrenos serían con costa al Río Tanti y a muy cerquita de la cascada Mallín. Terrenos de alrededor de 3000 m2 cada uno. En uno
de ellos quisiera constituir un condominio entre tres o cuatro de estos ahijados. Los que están más interesados por ahora son Tristán y Octavio. Les quedaría a cargo de ellos la subdivisión de ese condominio que armemos.
El otro terreno lo escrituraría a mi nombre y como un bien ganancial, al igual que lo es María Cruz, y allí construiría mi casa propia, mi propia; “casa templo”, prácticamente "un humilde santuario". Estoy seguro que no será ni del tamaño, ni con el encanto que tiene el Refugio que lo podemos comparar con nidos de alta calidad entre los pájaros, como los de los horneros o los de los carpitenteros. Pero confío en mi buen gusto, sencillez símbólica y creo que podría construir un nido también bien bello, aunque pequeñito, como el de un rundún.
Los observadores atentos y perceptivos también verían que al igual que el Refugio, esta pequeña casita también tendría una magia muy especial, y la más importante sería que allí me habría llevado a parte de mi Comunidad Afectiva y que estaría directamente inspirada por la Virgen que me viene iluminando todo este último tiempo; María de la Rosa Mística. Se que le puedo dar a esa casita, mi toque clásico siempre remixado y todo lo que vengo aprendiendo sobre el minimalismo con su principal eslogan: "Menos es más".
Puedo acercarlo a una apariencia Zen, que es la espiritualidad que tanto me está influyendo en los últimos años. Puedo construir allí un humildísimo monumento arquitectónico, paisajístico y decorativo. Se que como místico, aunque mucho menos que mi amigo el chamán también tengo algo de mago, y como digo, la mejor magia que le pondría al lugar sería más de la La Comunidad Afectiva Alippi Serra, llena de homogeneidad y diversidad al mismo tiempo".
El otro terreno lo escrituraría a mi nombre y como un bien ganancial, al igual que lo es María Cruz, y allí construiría mi casa propia, mi propia; “casa templo”, prácticamente "un humilde santuario". Estoy seguro que no será ni del tamaño, ni con el encanto que tiene el Refugio que lo podemos comparar con nidos de alta calidad entre los pájaros, como los de los horneros o los de los carpitenteros. Pero confío en mi buen gusto, sencillez símbólica y creo que podría construir un nido también bien bello, aunque pequeñito, como el de un rundún.
Los observadores atentos y perceptivos también verían que al igual que el Refugio, esta pequeña casita también tendría una magia muy especial, y la más importante sería que allí me habría llevado a parte de mi Comunidad Afectiva y que estaría directamente inspirada por la Virgen que me viene iluminando todo este último tiempo; María de la Rosa Mística. Se que le puedo dar a esa casita, mi toque clásico siempre remixado y todo lo que vengo aprendiendo sobre el minimalismo con su principal eslogan: "Menos es más".
Puedo acercarlo a una apariencia Zen, que es la espiritualidad que tanto me está influyendo en los últimos años. Puedo construir allí un humildísimo monumento arquitectónico, paisajístico y decorativo. Se que como místico, aunque mucho menos que mi amigo el chamán también tengo algo de mago, y como digo, la mejor magia que le pondría al lugar sería más de la La Comunidad Afectiva Alippi Serra, llena de homogeneidad y diversidad al mismo tiempo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario